Como el sábado pasado, un segundo contingente de familiares de combatientes argentinos caídos en la guerra de Malvinas viajó hoy sábado a las islas para rendirles homenaje. El cementerio de Darwin, lugar donde se libró una de las batallas más encarnizadas de la guerra, está situado en la isla Soledad, y se divisa desde lejos por una cruz de tres metros de altura enclavada en un extremo. A sus lados, se alza un cenotafio de granito con los nombres de los 649 soldados argentinos caídos en batalla, presidiendo 230 tumbas en el paraje desolado. Muchas llevan la leyenda "soldado argentino sólo conocido por Dios”. Al concluir los homenajes, se abrió paso un grupo cargando una imagen de la Virgen de Luján, patrona de Argentina, que fue emplazada en una urna de vidrio, al costado de la gran cruz blanca, durante una ceremonia religiosa. La delegación está conformada por 205 familiares, periodistas y el Obispo de Santa Cruz, Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur, Juan Carlos Romanín, quien dio misa y entronizó la imagen de la virgen de Luján -que paseó por todo el país- en el cementerio de Guerra de Darwin. Al despedir al nuevo contingente la presidenta Cristina Kirchner reiteró que el país "seguirá todas las acciones estratégicas en los foros internacionales" para reclamar por la soberanía argentina de las islas Malvinas. "El Reino Unido tiene que sentarse a discutir con nosotros", afirmó. La semana pasada la Presidenta despidió al primer contingente de 170 familiares que viajó desde Río Gallegos para participar de la inauguración del cenotafio en memoria de los argentinos caídos durante el conflicto del Atlántico Sur y este viernes hizo lo mismo con otros 205 deudos.
Durante su discurso, les recordó a los familiares que "cuando estén rezando allí, lo estarán haciendo con cuarenta millones de argentinos más". La Presidenta, acompañada por el canciller el ministro del Interior, finalizó el discurso con un "¡viva la Patria !", además de pedir "honor y gloria a los caídos en Malvinas". |